Con el tiempo, nuestro motor tiende a perder las dimensiones estándar de fabricación, lo que resulta en una disminución de potencia y un aumento en el consumo de combustible. Dado que conducimos el vehículo a diario, es posible que no notemos estos cambios. La afinación del motor permite recuperar tanto el consumo eficiente como la potencia que el vehículo tenía cuando era nuevo.